Zurbarán y sus doce hijos. Arantxa Aguirre, 2020
Ese blanco
Alguien hacia la mitad del metraje de este último documental de Arantxa Aguirre menciona una de las características fundamentales en el estudio de la pintura de Francisco de Zurbarán: sus blancos. Es un aspecto que llama la atención, como tantas otras cosas en esta nueva producción del equipo de López-Li Films. Siguiendo la estela de esos trece retratos que un buen día salen del castillo de Auckland, en Escocia, para recorrer el mundo y dejarse exponer en lugares como Nueva York o Jerusalén, Arantxa y los suyos le cuentan al espectador ese misterio sin resolver sobre el origen, el destino y los motivos del artista para crearlos.
Jonathan Ruffer, ambicioso coleccionista escocés que rescató las pinturas para reinvertir los beneficios en dos fundaciones y un proyecto de restauración del propio castillo que los contiene, tomó así el relevo del obispo de Durham, Richard Trevor, quien en el siglo XVIII quiso dar en las narices a quienes rechazaron con no poca polémica, una ley a favor de los judíos residentes en Inglaterra. Trevor colgó de las paredes de su comedor a los doce patriarcas de las tribus de Israel junto a su padre, Jacob, para demostrar su apoyo a causas por entonces marginales como los derechos de emancipación de los judíos.
Y ahí está Arantxa con su troupe de realizadores, fotógrafos, montadores, sonidistas, animadores digitales y demás duendecillos del mundo del cine, haciendo de las suyas y colándose entre esas pinturas, invisibles, imperceptibles, como han hecho tantas veces con los bailarines dentro y fuera del escenario en sus películas sobre el Béjart Ballet de Lausanne. Así el espectador se siente dentro de ellas y vive, como nunca, la experiencia de contemplar una obra de arte.
Catolicismo, judaísmo y anglicanismo fundidos para contar una misma historia, igual que la paleta multicolor de Zurbarán que mezclaba un sinfín de pigmentos y conseguía ese extraño, único e inclasificable color blanco tan característico, ya lo dicen los expertos, de todos sus cuadros.
Ese blanco.
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