República luminosa

República luminosa. Andrés Barba. Barcelona, Anagrama, 2017

Stranger things

Me repito si digo que uno de los textos de Andrés Barba (Madrid, 1975) que más me gustan es un cuento infantil. No me importa: lo he dicho varias veces y lo digo ahora: Arriba el cielo, abajo el suelo me llamó la atención cuando lo leí hace por lo menos siete años y me sigue llamando la atención ahora. Tiene otros, tiene muchos y a mí me gustan varios pero éste, más.

Resulta desconcertante que un autor tan apegado a las historias adultas sobre lo real y lo cotidiano, con un manejo tan cómodo (parece) de la primera persona y la retrospectiva (los recuerdos, sobre todo los recuerdos enfrentados a la realidad presente de la voz narradora) a mí me guste especialmente por un cuento para niños con planteamiento fantástico.

Extraño es también que su última novela, premio Herralde 2017, tenga a 32 niños como personajes que sin ser protagonistas, sin embargo, sí deciden esencialmente el devenir de la acción con su presencia y también y sobre todo, con su ausencia.

República luminosa trae al lector la memoria de una tragedia acontecida veinte años atrás: se evoca la experiencia vivida en una selva por un hombre que pertenece a otro lugar, otro clima y otras costumbres. Ante la imposibilidad de dar una explicación lógica a lo sucedido, el narrador evoca su vida pasada (su familia y su trabajo) y tira del hilo de los indicios, las señales y los presagios para tratar de resolver el misterio. Opone conceptos varios a la idea del amor, tan presente en todo, todo el rato y reflexiona sobre las semejanzas entre insectos de comportamiento siniestro y grupal como las termitas o ciertos parásitos de los perros con esos niños.

Son niños que hablan un idioma inventado, que llegan con la luz del día y desaparecen al caer la noche. República luminosa es la crónica de una suerte de revolución infantil frustrada en la ciudad tropical de San Cristóbal y la leyenda de los 32 niños ahogados en las aguas del río Eré. Es quizás también el cuento más terrorífico sobre la violencia inesperada que he conocido desde Los pájaros de Hitchcock.

No tengo ni idea de lo que es pero me ha gustado. Qué raro.