Presentación de Notre part de nuit de Mariana Enríquez. Librairie Cariño (París) 10/03/2022.
Romántico error de continuidad
«Pensar el mundo con un lenguaje al revés, o como un lenguaje andrógino. Cómo, con las palabras, poder cambiar la realidad… La literatura tiene algo de eso y sobre todo la poesía: hay mucho ritual y mucha plegaria en esta historia».
Mariana Enríquez
Mariana estaba aburrida de escribir cuentos. Pese a que sus relatos se han convertido en un fenómeno literario en todo el mundo ella quería cambiar de registro, quería escribir una novela victoriana, con los temas que a ella le gustan, que le llaman la atención, los asuntos como las relaciones homosexuales entre hombres hermosos, conceptos que a ella le estimulan para escribir.
Entonces escribió Nuestra parte de noche y se dio cuenta de que necesitaba ayuda, no para escribirla, por supuesto, sino para leerla.
Llevo diez días en París y ayer asistí a la presentación de la traducción al francés de una de las novelas que me acompañó durante el confinamiento de 2020. Yo quería decírselo a Mariana, explicarle que comencé el lockdown con Iris Murdoch y que lo acabé con ella, por si le arrancaba una sonrisa de complicidad como Loquillo pero lo que sucedió en realidad fue que Fran y yo llegamos casi una hora antes de que comenzara el evento a la librería Cariño, en Bellevile, nos tomamos un par de cervezas y esperamos pacientemente hasta que se llenó; ella llegó, comenzó a hablar y ya no pudimos hacer nada más que escucharla hasta que se hizo noche cerrada.
Escribir Nuestra parte de noche, aseguró ayer su autora, fue como editar una película e ir encontrando fallos de raccord a cada rato. Perdona, Mariana, quizás te ayude para tu próximo libro la herramienta desarrollada por mi amiga Sara, el asistente perfecto para scripts profesionales, que ayuda en el seguimiento de tiempos y escenas durante el rodaje de una película, muy recomendable. Mariana releía su texto y encontraba que los personajes de pronto llevaban otra ropa o se encontraban en un momento del día diferente a aquél en que los había dejado en el capítulo anterior y por eso pidió ayuda, necesitó a lectores especializados que le ayudaran a identificar esos errores de continuidad tan molestos.
Resultó que la novela, esa novela de terror ocultista que finalmente se tituló Nuestra parte de noche, se fue «armando» a medida que los personajes iban también tomando forma y no con períodos históricos concretos como armazón. Así trabajó la autora, dejando a los protagonistas que hablasen y actuasen según sus circunstancias, sin dejar claras las motivaciones, las obsesiones, las ridículas y terribles creencias de cada uno en un contexto que es real y que ella conoce, como la ciudad de La Plata, al parecer, impregnada de tradición masónica.
Si conoces el contexto, entiendes la novela, pero si no has vivido nunca entre Argentina y Brasil durante la década de los años ochenta, ni te haces cargo de la importancia que en Argentina se da a la identidad y a la pérdida y recuperación de la misma, la entiendes también, la comprendes tanto que te traspasa, eso es lo que ella se había propuesto y eso es sin duda lo que consigió finalmente.
Alguien preguntó al final del evento que por qué sus personajes, tan a menudo, padecen afecciones cardíacas y ella explicó que el corazón, más que ningún otro órgano, resulta inspirador para empapar a un personaje por el romanticismo que arrastra y claro, tiene sentido.