El pájaro de fuego y otros cuentos rusos

El pájaro de fuego y otros cuentos rusos. Aleksandr Afanásiev. Ilustraciones de Iván Bilibin. Trad. Joaquín Fernández-Valdés. Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2020.

El coleccionista

Quien encuentra satisfacción en la acumulación de objetos que, por algún motivo, se relacionan entre sí formando un amplio compendio de variables de un mismo tema suele aceptar todas las fuentes a su disposición, sin filtro, sin escrúpulos y en ocasiones con avaricia casi cruel. Si en vez de objetos lo que se guardan son historias, si éstas se clasifican, se ordenan en una compilación diversa y rica entonces lo que se consigue es una antología que, en casos como este, es abrumadora.

Los más de seiscientos relatos que sumaban aquellos Cuentos populares rusos de Aleksandr Nikoláievich Afanásiev publicados en 1855 bebían de su propia cosecha, del boca-oreja de su pueblo natal pero también del archivo de la Sociedad Geográfica Rusa y de un minucioso (y generoso) etnógrafo que lo colmó con más de ciento cincuenta aportaciones. Parece que a Aleksandr todo le valía y que se entregó a la edición fervorosa hasta que aquella antología vio la luz.

Luego vinieron malos tiempos para el archivero, se dio a la crítica de temas políticos y religiosos poco favorables al zarismo imperante y acabó mal, muy mal, hasta su muerte, enfermo y empobrecido.

Sería cuarenta años después de su primera edición, cuando se decidió que la colección debía acompañarse de las ilustraciones de Iván Bilibin. Su desmesura ha sido reproducida hasta la saciedad hasta hoy y le queda trayecto todavía: grecas, detalles en miniatura, puro «horror vacui» y fantasía multicolor.

Así llega a nosotros hoy El pájaro de fuego y otros cuentos rusos, en una edición envuelta en falso pan de oro para un público más infantil que adulto de la mano de Libros del Zorro Rojo. Son solo siete de aquellos seiscientos y pico pero uno de ellos lo tenía yo guardado en mi colección particular de recuerdos infantiles. Con la lectura he abierto el cajón y han salido los Cuentos maravillosos de hoy y de siempre de James Riordan (Plaza y Janés, 1986), ha saltado sobre mi mesa aquel de la princesa rana que, convertida en jovencita buenorra, cocinaba panes exquisitamente decorados y tejía alfombras durante la noche pero que durante el día no era más que una rana, una triste y anodina rana de los barrizales.

Cuentos de animales, cuentos sobrenaturales, narraciones que repiten casi musicalmente sus diálogos, sus hipérboles; historias para dormir a niños y niñas y despertar a adultos y adultas, para recordarles que no está mal retener ciertos recuerdos, guardarlos y no olvidarlos, por si hay que seguir completando alguna colección.

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