Un barco de montaña

Un barco de montaña. Hans Lebert; Barcelona; Muchnick; KARMA; 1996

Marino en tierra

Los cuentos siniestros de Un barco de montaña relatan las reflexiones desviadas de la cordura de Erdmann cuando regresa al refugio que para él supone la casa de su anciana madre, en las montañosas tierras de Lur.

Dormann huye de su vida y de los pesares que arrastra la convivencia con su esposa Lilli, quien lo mantiene trabajando como prostituta.

El hogar es comparado desde el comienzo con un barco, que oscila y cruje especialmente durante la noche (tal y como sucedía en la pieza teatral de William Archibald The Innocents). La noche en que reciben a una extraña amiga de la esposa de Dormann, algo provoca en él la incómoda sensación de la desconfianza, porque es desconocida pero no puede evitar asociarla a Lilli: algo en ella es familiar y, precisamente ese “algo” hace que su presencia se torne siniestra dentro de la casa.

Alojado en un rincón oscuro de la vivienda existe un retrato del abuelo: el misterioso marinero que un día abandonó a su esposa y se hizo a la mar:

“Erdmann a veces tenía la sensación de que pretendía mostrarle la salida, estimularlo y animarlo a seguir unas huellas cada vez más borrosas hacia algo último, definitivo, a un estado allende todos los problemas, a una vastedad letalmente liberadora”.

Dormann finalmente abandonará la casa y a su madre, convencido culpable del asesinato de su esposa a través de la muere de Lilli. Lo que encontrará fuera de la casa será el mar, puesto que olía a vida marina en la Tierra.

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