500 days of Summer

500 Days of Summer (500 días juntos) Marc Webb, 2009

Tópicamente enigmática

Resulta que esta interesante comedia tan fresca, independiente (o indie, que nos suena mejor) es impecablemente original en la forma, pero tópica hasta decir basta en su fondo, dando la sensación de que quizás no fuera ése su objetivo.

Que la mujer es un enigma para la mente del hombre es un asunto que ya trataba nada menos que David Lynch en sus engolados largometrajes, y con él, todo un colectivo de personajes masculinos fracasados, humillados o abandonados, protagonistas que campan por esta “tragicomedia global” que viene siendo la sociedad nuestra, directa o indirectamente adoctrinada por Hollywood y tan a gusto construida por su público (nosotros mismos).

Marc Webb tan sólo propone una más divertida manera de contarlo y nos gusta, porque efectivamente, nos lo podemos creer.

A pesar de su actitud algo faltona por momentos, 500 Days of Summer acaba resultando simpática; ello sin embargo no es consecuencia directa de su acicalado protagonista, que resulta tan artificial y vomitivo como esa obsesión por retratar el oficio de la arquitectura, como una suerte de “arte purificador” capaz de transformar a los arquitectos que la ejercen en seres superiores (y de lo más cool); asimismo, la simpatía no deriva de la imbecilidad que caracteriza a la hembra que da título al film porque ¿acaso se puede proponer un personaje más borde e inconsecuente?. Ninguno de los dos: si esta película cuaja bien en el espectador es gracias a su propuesta y a los medios de que se sirve para llevarla a cabo, huyendo por los pelos de los planteamientos románticos de siempre (aunque se cuente en definitiva la misma historia de siempre).
Desde aquí sugerir que le den una oportunidad. Puede que unas cuantas “Jenny nosecuántos” se den por aludidas. Puede que ello incluso sea necesario.