Un puñado de flechas

Un puñado de flechas. María Gainza. Barcelona: Anagrama, 2024.

Ocasiones

Aprovechar una oportunidad es un arte: se tiene o no se tiene la ocasión de subirse a una buena circunstancia y sacar el máximo partido de ella. Cuando esto sucede y algo se mueve dentro, algo también nos toca, encaja. Clic.

Un puñado de flechas es, otra vez, la irrupción de María Gainza en nuestras vidas con el bolso lleno de ocurrencias y símiles maravillosos: que si este cuadro, que si esta exposición, que si este artista… todo lo trae y lo dispone sobre la mesa para asignarle ejemplos prácticos, casos reales (los suyos) vivencias reconocibles (pueden ser las de cualquiera de nosotros).

Se aviva en mí el deseo latente de regresar a Buenos Aires, también para ver su Museo Nacional de Bellas Artes porque este libro trae a colación su contenido. Ya sucedió con El nervio óptico (2017) y vuelvo a caer con todo el equipo.

El mismo arranque me fascina. El comienzo de esta «no novela» es una suerte de confesión ante el lector, una «batallita» honesta en la cual la narradora y protagonista, la propia María Gainza, nos cuenta que una vez Francis Ford Coppola le soltó una frase memorable capaz de inspirarla hasta el día de hoy, varias décadas después. Los detalles anecdóticos alegran el ritmo de esta breve historieta y una ya entra con ganas hasta el fondo del libro pero es ese punto de partida, ese comienzo, el que perdura. De hecho le da título e ilustra su cubierta.

A partir de ahí, cada «no-capítulo» plantea un recuerdo como excusa para una narración, un relato en que la autora vuelve la vista atrás a su época de crítica cultural y se lamenta por los sinsabores de ser una escritora «conocida» a quien piden recomendaciones, consejos, lecturas y prescripciones varias que pocas veces (o ninguna) está dispuesta a aceptar.

Pero ojo, lo que dijo Francis ahí está: el artista trae consigo un carcaj cargado de serie, las flechas se van a lanzar tarde o temprano, no podemos saber cuándo, bastante con saber que hay flechas. Bastante con reconocerse como artista.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑