En el vientre de la ballena

En el vientre de la ballena. Ensayo sobre la cultura. Diego Moldes. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2022.

Hace falta valor

Aunque Diego Moldes (Pontevedra, 1977) lo niega en varias ocasiones a lo largo de este contundente texto, lo cierto es que él sí es una persona culta, con amplios conocimientos sobre un variado espectro de materias pero al contrario que otros que alardean de mucho más, él es modesto. Diego se despierta una mañana tras haber tenido un sueño extraño y luego escribe sobre él. Hasta aquí, si no todos, al menos unos cuantos autores de relatos, novelas y ensayos podríamos haber intentado hacer algo parecido, pero él además, se lanza a enviar correos a gente para contárselo y a todos les plantea las mismas dos preguntas («¿Qué es la cultura?» y «¿En qué se diferencia la cultura del siglo XX a la del siglo XXI?»). Con las respuestas compone un tercio de un ensayo, lo junta con una serie de densas reflexiones sobre arte, historia y humanismo, le pone a todo un título relacionado con ese sueño inicial que lo llevaba a una playa en donde se topaba con un enorme cetáceo muerto y tachán: En el vientre de la ballena.

No sé lo que opinarán otros pero yo la iniciativa la veo atrevida.

Diego Moldes saca su ensayo adelante con una carta de presentación que evidencia gran curiosidad y seguridad en sí mismo.

En el vientre de la ballena es un texto cargado de datos, algunos muy sorprendentes y otros más divulgativos, de los que le pueden sonar a todo el mundo o que nunca nadie se hubiera planteado. Está lleno de enumeraciones, de listas, da nombres y apellidos de personas que han contribuido con sus aportaciones al conglomerado creativo que es, en suma, la cultura desde los orígenes de la humanidad hasta hoy. Cita a George Steiner muchas veces y se da de cabezazos contra la «algoritmización» de la vida inteligente otras tantas muy a su pesar, como si no le gustara pero debiera rendirse a la evidencia.

También regresa al cine en no pocas ocasiones, porque Diego es de formación cinematográfica, profundo conocedor del universo particular de Alejandro Jodorowsky y, al igual que las cabras, termina por regresar a su monte particular: ejemplos y citas, bibliografía sobre análisis textual y películas para explicar influencias.

Se detiene en el Eclesiastés y hace una parada importante: oh, vanidad de vanidades ¿acaso nada sea tan importante? Dice Diego que es uno de sus libros preferidos y yo recuerdo a un profesor que nos leía este fragmento en clase con gotitas de sudor en la nariz. De pronto yo misma vuelvo al cine (sí, yo también como las cabras) y evoco la película ROMA de Adolfo Aristaráin con guiño a la temida intrascendencia del escritor.

Me quedo con una de sus afinadas observaciones y ahí me detengo. Que cada uno se lleve para sí lo que más le convenga porque todos somos parte de esta cultura que nos define (por mucho que a Oscar Wilde le molestara la limitación consecuente al hacerlo):

«… jamás el hombre ha leído y escrito más que en la actualidad. Otra cosa es la forma de lectura, fragmentaria y superficial, o de escritura, igualmente carente, en su mayor parte, de profundidad y detenimiento. Escribimos casi como pensamos, pero pensamos poco lo que escribimos antes de hacerlo…» .

[Moldes, Diego. En el vientre de la ballena. Ensayo sobre la cultura. p. 252]

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